ARTE

VERSIONES DE OBRAS DE ARTISTAS DE LA P.G.M.

CURSO 2112/13




Vídeos realizados por los alumnos del IES Universidad Laboral de Gijón, en la asignatura de Técnicas de Expresión Gráfico-Plástica de 2º bachillerato de Artes.


 

 Experiencias de un soldado raso 

Sobre el impacto que la Gran Guerra tuvo en los artistas podemos acudir al testimonio de uno de los más representativos pintores alemanes. Miembro activo del grupo Dadá y de la Nueva Objetividad, George Grosz, participó como soldado en la contienda y fue dado de baja en 1916. En su obra autobiográfica "Un  Sí menor y un No mayor" escribe:

   "¿Qué os voy a contar de la Primera Guerra Mundial, en la que tomé parte como soldado de infantería? (...) La guerra significaba para mí el horror, la mutilación y la destrucción. Es verdad que al principio hubo algo así como el entusiasmo de las masas(...) pero aquella borrachera duró poco(...) Y después de unos años, cuando todo hubo terminado, cuando Alemania fue derrotada, cuando todo se había hecho añicos, no quedaron en mi fuero interno ni en el de casi todos mis amigos mas que el asco y el horror (...) La influencia que la guerra tuvo sobre mí fue absolutamente negativa (...)
   Me opuse a la estupidez infame y a la brutalidad pero siempre estuve en minoría (...) Yo no defendía ni ideales ni fe alguna: me defendía a mí mismo. ¿Fe en quién? ¿En la industria pesada alemana, donde unos cuantos señores ganaban enormes fortunas? ¿En nuestros gloriosos generales? ¿En la amada patria?
   Tal vez hubo por mi parte más locura que valor. Lo que veía me repugnaba, y llegué a aborrecer a la humanidad"                      

   Después de licenciarse en 1916 e instalado en Berlín, escribe sobre su obra:

    "Dibujaba hombres borrachos, hombres que vomitan, hombres que con el puño cerrado maldicen a la luna (...) Dibujaba hombrecillos que huyen, solitarios y como locos, dibujé soldados sin nariz, mutilados de guerra con brazos de acero (...) Dibujé un esqueleto vestido de recluta, sometido a examen médico con la intención de declararlo útil para la guerra...



En el cuadro "´Metrópolis", 1916-17, Grosz nos muestra la inseguridad y la locura de la sociedad europea como consecuencia de la guerra. Con un lenguaje en el que se aprecian las influencias cubistas y futuristas y basándose en el uso de verticales extremas, el artista representa la huida de una multitud de formas distorsionadas cegada por el pánico dentro de un espacio de perspectivas imposibles. Toda la obra transmite una sensación de desastre.

PINTURAS DE GUERRA

 OTTO DIX, como otros jóvenes alemanes, se presentó voluntario a la Gran Guerra. Horrorizado por la brutalidad de la misma muestra en sus pinturas y dibujos el paisaje desolado de las trincheras y de los cuerpos mutilados. Con un lenguaje fuertemente expresionista refleja sin concesiones y con una despiadada crudeza su repulsa ante la contienda y ante la injusticia social de la Alemania de posguerra. De regreso a Dresde, al finalizar la guerra, el artista fue perseguido siempre por el recuerdo de la guerra: trincheras, soldados mutilados, el sufrimiento de los heridos... serán sus temas recurrentes.                
   En este vídeo podemos ver algunas de sus obras pertenecientes al período bélico. Pinturas y dibujos muestran la cruda visión de un artista que plantea el tema de modo brutal y "real" - como el propio autor afirmaría: "...Y es que soy un realista, sabe usted, que necesita verlo todo con sus propios ojos para constatar que es así...De modo que soy un realista. Tengo que presenciar en persona todos los abismos insondables de la vida. Por eso voy a la guerra." (Otto Dix habla sobre arte, religión y guerra en la galería Erker-Verlag de St. Gallen en 1963) 






TRABAJOS REALIZADOS POR LOS ALUMNOS DEL BACHILLERATO DE ARTES
En La Asignatura: 
TÉCNICAS DE EXPRESIÓN GRÁFICO-PLÁSTICA

GRUPO  BA2A

GRUPO BA2B




Otto Dix (Alemania, 1891-1969. Participó en la Primera Guerra Mundial. En los años 20, fue con George Grosz uno de los mejores representantes de la Nueva Objetividad, de signo desgarrado y expresionista. Denunció la injusticia social de la Alemania de la posguerra, con un realismo próximo a la caricatura, con claros influjos del expresionismo, futurismo o dadaísmo. 
 




OTTO DIX, como otros jóvenes alemanes, se presentó voluntario a la Gran Guerra. Horrorizado por la brutalidad de la misma muestra en sus pinturas y dibujos el paisaje desolado de las trincheras y de los cuerpos mutilados. Con un lenguaje fuertemente expresionista refleja sin concesiones y con una despiadada crudeza su repulsa ante la contienda y ante la injusticia social de la Alemania de posguerra. De regreso a Dresde, al finalizar la guerra, el artista fue perseguido siempre por el recuerdo de la guerra: trincheras, soldados mutilados, el sufrimiento de los heridos... serán sus temas recurrentes.                
   En este vídeo podemos ver algunas de sus obras pertenecientes al período bélico. Pinturas y dibujos muestran la cruda visión de un artista que plantea el tema de modo brutal y "real" - como el propio autor afirmaría: "...Y es que soy un realista, sabe usted, que necesita verlo todo con sus propios ojos para constatar que es así...De modo que soy un realista. Tengo que presenciar en persona todos los abismos insondables de la vida. Por eso voy a la guerra." (Otto Dix habla sobre arte, religión y guerra en la galería Erker-Verlag de St. Gallen en 1963.

MUSICOS FRANCESES EN EL FRENTE

Hasta 1914 las guerras habían movilizado muy pocos civiles, y los músicos no se habían visto apenas implicados. Pero en la Gran Guerra muchos artistas tuvieron un papel activo.
Francia fue una de las grandes damnificadas pues casi toda la guerra tuvo lugar en suelo francés. El conflicto ahondó más en el nacionalismo y en las diferencias en cuanto al lenguaje musical entre músicos franceses (más clasicistas) y alemanes (más vanguardistas). Algunos compositores mayores (Fauré, Saint-Saëns y Debussy) contemplaron la guerra desde la retaguardia y se dedicaron a ofrecer conciertos en beneficio de las tropas francesas.

Maurice Ravel (1875-1937), en la foto en Verdún, no tomó parte en el creciente nacionalismo antialemán ni en las propuestas de prohibir en Francia obras alemanas (dice que Schoenberg es un músico de gran valor, igual que Bartok o Kodaly). Pero la guerra alteró de forma sustancial la vida de Maurice Ravel. 
Quiso enrolarse en el ejército pero fue rechazado por su pequeña estatura. Se alistó desde el principio y fue conductor de camiones en Verdún durante buena parte de la campaña. Estuvo gravísimamente enfermo en 1916 de disentería. Sufrió una intervención quirúrgica más tarde, y en el año 1917, en una expedición alpina en su camión, sufrió una grave congelación de las extremidades inferiores. La muerte de su madre, de origen vasco-francés, fue un durísimo golpe para el compositor. Tras la guerra y esta dolorosa pérdida se inicia una nueva etapa para el artista, que abandona su dandysmo y profundiza en toda su obra.
Muere en 1937 de una enfermedad neurológica tras ser reconocido el mejor compositor francés vivo y tras haber rechazado la Legión de Honor en 1920. Con él muere un artista innovador del lenguaje musicla pero transmisor del clasicismo y definitivamente ecléctico.

Durante la guerra escribió "Le Tombeau de Couperin" dedicado a sus amigos caídos en el frente (1914-1917),compuesta inicialmente para piano. El tombeau es un género especialmente usado en el Barroco, se componía en homenaje a un amigo o ser querido, en este caso a sus amigos caídos en la Guerra . Es una Suite compuesta de seis partes: Prelude / Fugue / Forlane / Rigaudon / Menuet / Toccata (cada una dedicada a uno de ellos).