miércoles, 12 de diciembre de 2012

La maleta de Sofía


Sofía López Casanova, escritora coruñesa, casada con el diplomático polaco Wincenty Lutolslawski, vivió en directo los principales acontecimientos de las contiendas bélicas del siglo XX: la Primera Guerra Mundial, la Revolución bolchevique y la persecución de los judíos en la Segunda Guerra Mundial.  Escribió crónicas de cada uno de estos episodios de la historia europea para ABC, La Época, El Liberal y también  en la prensa internacional. En 1916 se publican sus testimonios antibelicistas, como cronista y enfermera en el frente de Varsovia, bajo el título "De la guerra".
La productora de Sercicios Audiovisuales Galegos SAGA ha realizado un documental sobre la apasionante vida de esta gallega cosmopolita.

jueves, 19 de julio de 2012

Dulce et decorum est pro patria mori

El título es una expresión utilizada en la Roma Antigua, que proviene de un poema lírico escrito por el poeta Horacio (Carmina 3, 2, 13). Se traduce al Español como: "Dulce y honorable es morir por la patria".
El poeta de guerra Wilfred Owen la utilizó  de forma satírica en su poema titulado Dulce et Decorum Est,  escrito durante la Primera Guerra Mundial(Owen fue muerto en acción una semana antes del fin de la guerra, en 1918).
Reproducimos los versos de Horacio:
“DULCE ET DECORUM EST PRO PATRIA MORI:
mors et fugacem persequitur virum
nec parcit imbellis iuventae
poplitibus timidove tergo
.”
(DULCE Y HONROSO ES MORIR POR LA PATRIA:
la muerte persigue al hombre que huye
y no perdona de una juventud cobarde
ni las rodillas ni la temerosa espalda)
Y los de Owen:
 Torcidos, como viejos mendigos bajo sus hatos,
renqueando, tosiendo como brujas, maldecíamos a través del lodo,
hasta que donde alumbraban las luces de las bengalas nos dimos la vuelta
y hacia nuestra lejana posición empezamos a caminar afanosamente.
Los hombres marchaban dormidos. Muchos habían perdido sus botas
Pero abrumados avanzaban sobre zapatos de sangre. Todos cojos, todos ciegos;
Borrachos de fatiga, sordos incluso al silbido de las balas
Que los cansados cañones de calibre 5.9 disparaban detrás de nosotros.


“¡Gas, gas! ¡Rápido, muchachos!”; un éxtasis de desconcierto,
Poniéndonos los toscos cascos justo a tiempo;
Pero alguien aún estaba gritando y tropezando
Y ardía retorciéndose, como ahogándose en cal viva…
Borroso, a través de los empañados cristales de la máscara y de la tenue luz verde,
Como en un mar verde le vi ahogarse.
En todas mis pesadillas, ante mi impotente mirada,
Se desploma boqueando, agonizando, asfixiándose.


Si en algún sofocante sueño tú también puedes caminar
Tras la carreta en la que lo pusimos,
Y mirar sus blancos ojos moviéndose
En su desmayada cara, como un endemoniado.
Si pudieses escuchar a cada traqueteo
El gorgoteo de la sangre saliendo de sus destrozados pulmones,
Repugnante como el cáncer, nauseabundo como el vómito
De horrorosas, incurables llagas en lenguas inocentes,
Amigo mío, no volverías a decir con ese alto idealismo
A los ardientes jóvenes sedientos de gloria
La vieja mentira: “Dulce et decorum est pro patria mori”.

viernes, 22 de junio de 2012

Un libro sin héroes


 "Este libro no trata de héroes. Mi tema es la guerra y la pena de la guerra" Wilfred Owen. 

El poeta Wilfred Owen nació en Oswestry en 1893 y estudió en la Universidad de Londres; a partir de 1913 vivió en Francia y  en 1915 se alistó en el ejército en el que sirvió hasta 1917. Escribió sus Poemas de guerra entre el verano de ese año y el otoño de 1918. A pesar de haber sido enviado a casa por "invalidez transitoria", Owen estuvo de regreso en el frente catorce meses después de su baja y murió allí en noviembre de 1918 en el canal de Sambre.
 Entre sus admiradores se encuentran autores de reconocido prestigio como  W.H. Auden, Stephen Spender y Cecil Day Lewis... Sus versos fueron dados a conocer póstumamente por su compañero,m el también poeta Siegfried Sassoon.
Paradójicamente, su vocación literaria fue impulsada por el poeta francés Tailhade poco antes de que estallara el conflico que los convertiría en enemigos.
Trata en su poemario de la sórdida vida cotidiana en las trincheras; del contraste entre el entusiasmo inicial del alistamiento y la dura realidad en el frente; de lo absurdo de la propaganda bélica; de las heridas deliberadas para obtener la baja del infierno... Animales y soldados son cadáveres descomuestos en tierra de nadie. El gas produce terror y enloquece a los soldados mientras los civiles se instalan cómodamente en la retaguardia y promueven el sacrificio de la juventud.
Nos habla Owen con un lenguaje universal que aún estemece de "el triste camino despidado / que conduce del día hacia la noche", de "la verdad nunca dicha, / la pena de la guerra". Un  conmovedor alegato pacifista nacido en el campo de batalla.



Wilfred Owen
Poemas de guerra
Barcelona: Acantilado, 2011

domingo, 3 de junio de 2012

Videos sobre obras y artistas de la PGM


Vídeos realizados por los alumnos del IES Universidad Laboral de Gijón, en la asignatura de Técnicas de Expresión Gráfico-Plástica de 2º bachillerato de Artes.





Más en página de Arte...

martes, 29 de mayo de 2012

Johnny cogió su fusil by Metallica


Metallica compuso "One"  ( And justice for all), cuyo vídeoclip original, de 1988,  incluye escenas de la película antibelicista, ambientada en la Gran Guerra,  Jhonny cogió su fusil

Reproducimos la letra de la canción que describe el horror de una vida en el infierno:

I can't remember anything
Can't tell if this is true or dream
Deep down inside i feel to scream
This terrible silence stops me


Now that the war is through with me
I'm waking up i can not see
That there is not much left of me
Nothing is real but pain now


Hold my breath as i wish for death
Oh please god,wake me


Back in the womb its much too real
In pumps life that i must feel
But can't look forward to reveal
Look to the time when i'll live


Fed through the tube that sticks in me
Just like a wartime novelty
Tied to machines that make me be
Cut this life off from me


Hold my breath as i wish for death
Oh please god,wake me


Now the world is gone i'm just one
Oh god,help me hold my breath as i wish for death
Oh please god help me


Darkness imprisoning me
All that i see
Absolute horror
I cannot live
I cannot die
Trapped in myself
Body my holding cell


Landmine has taken my sight
Taken my speech
Taken my hearing
Taken my arms
Taken my legs
Taken my soul
Left me with life in hell.

lunes, 21 de mayo de 2012

Germanofilia de novela

Aventuras del submarino alemán U.
Ricardo Baroja

Aventuras del submarino alemán U es una novela corta de 1917 escrita e ilustrada  por el polifacético Ricardo Baroja, el hermano menos conocido del novelista de la Generación del 98  Pío Baroja.

El relato cuenta las supuestas experiencias, un tanto inverosímiles, de un español de la época en un  submarino alemán de la  1ª Guerra Mundial en el que solicita asilo, tras ser asaltado el velero en el que navegaba de Italia a Francia. Puede elegir entre seguir con los asaltantes italianos –muy caricaturizados- o irse con los alemanes y, sin dudarlo, se va con estos a la guerra.
 Durante la singladura del Mediterráneo al Mar del Norte, atravesando los peligros del Canal de la Mancha, se producen las  conversaciones entre el español y dos tripulantes con los que comparte idioma: el teniente segundo de abordo y el médico, definido como pangermanista y que encarna los anhelos del pueblo alemán: un imperio germánico en Europa; la creencia en la superioridad de la raza blanca alemana respecto al resto y un profundo antisemitismo Todo ello algunos años antes del Mein Kampf hitleriano, lo que viene a demostrar hasta que punto estaba presente en la Europa de entonces el germen del nazismo. Se menciona incluso la idea de unos Estados Unidos de Europa bajo hegemonía alemana, algo no muy alejado de la realidad actual.
Al  abordar la cuestión de los sentimientos del pueblo español ante el conflicto, conluye que predomina la germanofilia, ya que Francia e Inglaterra fueron los tradicionales enemigos de España, mientras que  con los imperios germánicos siempre hubo buenas relaciones. El protagonista manifiesta su admiración por la manera de trabajar de los alemanes  y llega a afirmar que existen cosas que ellos llevan a cabo impensables en el contexto español.
Las descripciones del submarino son muy vagas y aproximadas. Es evidente que el autor no había tenido oportunidad de adentrarse en uno, pero  para paliar esta engorrosa dificultad, utiliza un recurso interesante: la autocensura bajo sugerencia del mando alemán, al que debe agradecer su hospitalidad aceptando esta reserva tan rigurosa: “(…) el capitán Von H marcó con un lápiz rojo en mi manuscrito todo lo que él creía que no convenía a su país, detalles de construcción y maquinaria, organización, medios de ataques y defensa (…)”
Es inevitable establecer un paralelismo con la célebre 20.000 leguas de viaje submarino, puesto que el autor fue un confeso devorador de folletines y novelas de aventuras  –Defoe, Víctor Hugo, el propio Verne…– Algunos elementos técnicos y mecánicos, así como la presencia accidental del protagonista en el batiscafo, le deben sin duda su inspiración.
Aunque tiene pretensiones humorísticas y aspira al entretenimiento, carece de  virtudes literarias de relieve; sólo  puede considerarse una curiosidad literaria o histórica relativamene recomendable.


jueves, 10 de mayo de 2012

Tierras de sangre


Ahora que nuestros vecinos griegos viven en horas bajas y que las entidades financieras y la especulación parecen haber desplazado a las ideas políticas vamos a rendir homenaje a una de las grandes figuras de las letras griegas durante el siglo XX, Dido Sotiriu (1909-2004) . Periodista y novelista, es una mujer comprometida que colaboró con la resistencia de su país durante la ocupación alemana, ayudó a Dolores Ibarruri en la acogida de republicanos españoles en 1939 y hasta su muerte estuvo comprometida en causas sociales y en la defensa de los derechos de la mujer. Es una autora muy reconocida en su país, en donde se ha convertido en la narradora del destino de la nación helena en la historia contemporánea y en donde ha logrado los premios más prestigiosos. Aquí traemos Tierras de sangre, una novela realista con una gran carga documental sobre el destino de griegos y armenios en Turquía de 1914 hasta 1922.

viernes, 4 de mayo de 2012

Otro clásico antibelicista. Johnny cogió su fusil

Jhonny cogió su fusil es una de esas películas que cuesta terminar. La dureza de la historia, la crudeza de las imágines y la inmisericorde cercanía del tema permiten una identificación inasumible. Todos somos el pobre Jhonny, ciego, mudo, inmóvil y, aun así, sensible. Si puedes verla entera, eres un valiente.


Un joven combatiente de la Gran  Guerra  se encuentra en un hospital, confinado de por vida, ciego, sordomudo y con las piernas y los brazos amputados a causa de una explosión sucedida durante un bombardeo, pero conserva toda su lucidez y su mente está intacta. Encuentra el modo de comunicarse con el mundo y de forma estremecedora conocemos sus pensamientos.´
Antes de los títulos de crédito aparece el verso de Horacio, que el poeta británico Owen popularizó en la época, "Dulce et decorum est pro patria mori", pero Johnny pone el contrapunto esencial y  nos hace saber que "(...) soy el último hombre del mundo que se alistó en el ejército pensando que el ejército hacía hombres"

   

miércoles, 25 de abril de 2012

Manuel Machado, aliadófilo

CRÓNICAS DESDE PARIS POR MANUEL MACHADO, ALIADÓFILO
Muy unido personal y creativamente a su célebre hermano Antonio,  Manuel Machado (1874-1947) con quien colaboró exitosamente como comediógrafo,  tuvo su etapa parisina de bohemia literaria aunque evolucionó después a posturas más conservadoras.
Muy crítico con la neutralidad española en el conflicto,los comentarios sobre la 1ªGM ocupan cada vez mayor espacio en su sección de El Liberal, donde escribiría también las crónicas de la inmediata posguerra como corresponsal en París durante dos meses.
 Su hermano Antonio le decía a Unamuno en una carta fechada en enero de 1915: “Nuestra neutralidad hoy consiste, como me dice Manuel en carta que hoy me escribe, en no saber nada, en no querer nada, en no entender nada”.
Un estudio de  la Universidad de Jaen, recientemente publicado,   revela algunos interesantes datos de su biografía que lo relacionan con el contexto histórico y literario de la Gran Guerra en Francia.
Varios de los poemas que escribe durante los años de la guerra también hacen referencia al conflicto. Especiales connotaciones de solidaridad fraterna tiene este soneto:
Francia
Si, a veces, como niños, vinimos a las manos
-Rudyard Kipling lo dice, sincero como un niño-,
en la ingenua pelea se acrisoló el cariño,
¡y la sangre era una, porque somos hermanos!



Hermanos en la sangre y en el alma latina,
Alegría del mundo, serena, clara y fuerte,
Que adora sobre todo la Belleza, y camina
Al ideal, burlando, con gracia, de la muerte.



Vuestra gloria y la nuestra la misma historia narra…
Cuanto es para vosotros bello y noble y gallardo,
Gallardo y noble y bello para nosotros



Es vuestro y nuestro el Grande Enrique de Navarra,
Y el sin miedo y sin tacha caballero Bayardo
No sabemos si era español o francés.

viernes, 13 de abril de 2012

Senderos de Gloria (1957)



      El pasado trimestre vimos en clase  Senderos de Gloria, del gran maestro Kubrick, una feroz crítica contra el ejército y quienes toman las decisiones políticas en tiempos de guerra. Es lo que los cinéfilos consideran una película de culto. Y no es para menos. 
Inspirada en hechos reales, estuvo prohibida en varios países por su feroz antimilitarismo, en España no se estrenó hasta 1986...

 

jueves, 12 de abril de 2012

Maravilla de la guerra

El poeta Apollinaire, soldado del 38º regimiento de artillería de campaña en Nîmes hasta 1915, fecha en la que fue herido por un obús y hubo de sufrir una trepanación.

Los versos llenos de tenura y humor de sus inicios dejan paso al sarcasmo, la amargura y la desesperanza pero al mismo tiempo la sensibilidad del poeta es capaz de transmutarse y encontrar belleza entre el horro cuando escribe...
Maravilla de la guerra

Qué bellos son esos cohetes que iluminan la noche
Montan sobre su cabeza y se inclinan a ver
Son damas que danzan llevando sus miradas
A modo de ojos brazos y corazones

He reconocido tu sonrisa y tu vivacidad

Es también la apoteosis cotidiana de mis Berenices
cuyas cabelleras se han transformado todas en cometas
Esas doradas danzarionas pertenecen a todos los
tiempos y las razas
Paren bruscamnete niños que tiene el tiempo
justo de morir.

Qué bellos son todos esos cohetes
Pero sería mucho más bello si aún hubiera más
Si hubiera millones que adquirieran un sentido
completo y realtivo como las letras de un libro
Tan bello como si la vida misma surgiera de los
moribundos

Pero sería todavía más bello si aún hubiera más
Mientras los contemplo como a una belleza que
se ofrece y en seguida se escpa
Me parece asistir a un gran festín iluminado a giorno
Es un banquete que se ofrece la tierra
Tiene hambre y sus grandes bocas pálidas abre
La tierra tiene hambre y he aquí un festín de
Baltasar caníbal
Quién hubiera dicho que pudiérammos ser tan antropófagos
Y que era necesario tanto fuego para cocer el
cuerpo humano
He ahí por qué el aire tiene un gustito empireumático
que a fe mía no es desagradable
Pero el festín aún sería más bello si el cielo
comiera con la tierra
No traga más que almas
Que es una manera de no alimentarse
Y se contenta jugueteando con fuegos versicolores

Pero en la dulzura de esta guerra he corrido
con mi compañía por extensos túneles
Algunos gritos de llamas anuncian sin cesar mi
presencia
He surcado el lecho donde me deslizo desdoblándome
en mil pequeños ríos que van a todas partes
o más bien comienzo estar en todas partes
Soy yo quien empieza esta cosa de los siglos
venideros
Llevará más comprenderla que a la fábula de Ícaro
volante

Lego al porvenir la historia de Guillaume Apollinaire
Que fue a la guerra y supo estar en todas partes
En las felices ciudades de la retaguardia
En todo el resto del universo
En los que mueren pataleando entre las alambradas
En las mujeres en los cañones en los caballos
En el cénit en el nadir en los cuatro puntos cardinales
Y en el ardor impar de esta vigilia de armas
Y sin duda sería mucho más bello
Si pudiera suponer que todas esas cosas en las
cuales estoy en todas partes
Pueden ocuparme también
Pero en ese sentido no hay nada que hacer
Porque si en esta hora estoy en todas partes en mí
no hay más que yo



jueves, 5 de abril de 2012

Un reportero llamado Valle-Inclán

Cuaderno de Francia es el título del diario que Valle redactó durante su estancia en la frontera franco-alemana entre octubre y diciembre de 1916, como corresponsal acreditado por Prensa Latina. El reportero Valle Inclán publicaba en Los lunes de  El Imparcial las crónicas de guerra que posteriormente modifica para convertirlas  en  dos obras literarias, la primera de ellas, editada en 1917, La media noche, publicada  en sus Obras Completas, y una segunda olvidada, En la luz del día , que verá la luz por primera vez en septiembre de este mismo año 2012.
Como la mayoría de intelectuales de la época, al estallar el conflicto de la IGM se posicionó con  los aliados, aunque gran parte de los carlistas como él eran germanófilos . En un artículo publicado en España escribió: “Debiéramos entrar en guerra junto a los aliados y pedir una compensación en el Mediterráneo Oriental para que el grito de Lepanto sea algo más que un eco sonoro; pero los políticos españoles no saben a punto fijo hacia donde cae Constantinopla”.


 En su diario de guerra Valle escribe sus impresiones del frente:

“Motivo: la frase de un moribundo al confesor. ¿No es verdad, padre, que mi regimiento se ha batido bien?”.
Y en otra página: “Motivo: En Verdún- entre las trincheras alemanas y las francesas, queda un barranco. El barranco, desde las primeras ofensivas, está lleno de cadáveres”

El escritor   recorre las trincheras aliadas,  las ciudades bombardeadas y  los hospitales de la retaguardia;  conoce a altos mandos del Estado Mayor francés y es testigo  del horror, la destrucción y la muerte de una guerra distinta a todas las que le precedieron. Pero la vivencia que más hondamente caló en él  fue un vuelo sobre los campos de batalla, que relataría, entre otros, a su amigo Tanis -Estanislao Pérez Artime- en carta fechada el 3 de junio de 1916:

 Yo he volado sobre las trincheras alemanas, y jamás he sentido una impresión que iguale a ésta en fuerza y belleza

Aquel vuelo, tuvo consecuencias estéticas indudables. Según  confiesa a Corpus Barga, acompañante en este viaje:" Será el punto de vista de mi novela, La visión estelar ". A partir de ella escribe La Media Noche. Visión estelar de un momento de guerra (1917). Este importante hallazgo comporta el protagonismo múltiple, la reducción y la simultaneidad temporal, la multiplicidad de focos espaciales y el fragmentarismo constructivo. Estas implicaciones técnicas determinan la modernidad de este texto y de la novelística posterior, Tirano Banderas y la serie de El Ruedo Ibérico, las obras que sitúan a Valle-Inclán entre los innovadores de la novela contemporánea y lo adscriben de pleno derecho a la modernidad.

domingo, 25 de marzo de 2012

Caligrama de guerra

El poeta Guillaume Appollinaire, que combatió y fue herido en la Gran Guerra, es el creador de los caligramas, una experimentación formal en la que se  representa la imagen del discurso dibujándola con palabras. 
De su libro Poèmes de la paix et de la guerre (1913-1916) extraemos esta composición que se hará célebre entre los poetas vanguardistas 

jueves, 22 de marzo de 2012

Capitán Conan, la novela de Roger Vercel galardonada con el Premio Goncourt en los años treinta, nos ofrece una desencantada visión de la guerra y la posguerra, enlazando el primer conflicto mundial con la guerra civil rusa. Bertrand Tavernier realizó una buena versión cinematográfica... Ir a Conan

lunes, 12 de marzo de 2012

MUSICOS FRANCESES EN EL FRENTE

Iniciamos una serie de entradas sobre el papel desempeñado por algunos músicos durante la Gran Guerra.
A Maurice Ravel su estatura le impidió estar como soldado en primera línea de combate, pero no le impidió estar en Verdún, ni componer algunas páginas conmovedoras de la historia de la música, como Dafnis y Cloe, el Bolero, la Pavana para una infanta difunta, La Valse o este Tombeau de Couperin.




domingo, 11 de marzo de 2012

August Stramm

Como pasa siempre, una cosa lleva a la otra y, así, en el blog ya mencionado de Patricio Pron, encontramos este poema del escritor expresionista alemán August Stramm: 

PATROUILLE
Die Steine feinden
Fenster grinst Verrat
Äste würgen
Berge Sträucher blättern raschlig
Gellen
Tod.

PATRULLA
Las piedras, enemigas
La ventana sonríe traición
Las ramas estrangulan
Las hojas de montañas de arbustos se sacuden con un susurro
Retumbar
Muerte.
Tropfblut (1919)  Traducción de Patricio Pron


August Stramm
August Stramm (1874-1915), fue escritor, poeta y dramaturgo. Sirvió en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial.
Trabajó en el Ministerio de Correos y cumplió un año de servicio obligatorio en el ejército alemán entre 1896-1897. Después viajó a los Estados Unidos varias veces durante los años siguientes, antes de establecerse en Berlín.
Stramm era reservista del ejército alemán y había alcanzado el rango de capitán, el más alto disponible para los civiles. Fue llamado a servicio activo cuando la guerra estalló en agosto de 1914. En enero de 1915 fue galardonado con la Cruz de Hierro (segunda clase) por su servicio en Francia. Más tarde fue enviado al Frente Oriental donde  encontró la muerte en Horodec, cerca de Kobryn (actual Bielorrusia). Su obra Tropfblut, publicada en 1919, recoge sus poemas escritos durante la guerra.

Un poema de Siegfried Loraine Sassoon

© Imperial War Museum
 Siegfried Sassoon (1886-1967), escritor y poeta británico,  es recordado por los tres volúmenes de su autobiografía, pero, principalmente, por una razón parcialmente ajena a la literatura: su manifiesto rechazo a la Primera Guerra Mundial, en la que se había alistado de forma voluntaria pero a la que se negó a regresar tras un período de permiso, escribiendo una carta a sus superiores que llegó a ser leída en el Parlamento (lo que, por otra parte, no le sirvió para esquivar las trincheras). Su participación en el frente cambiaría completamente su percepción poética y durante años predominarían como temas esenciales el horror y el odio generados por la guerra. También él adoptó una actitud romántica en los primeros momentos para ir poco a poco cediendo ante la desilusión y el desaliento. Su principal preocupación sería la del soldado anónimo que sirve de carne de cañón para defender unos intereses que desconoce y con los que no suele comulgar.  Sassoon contó la terrible realidad de las trincheras en poemarios que, como Contraataque, le permitieron participar de la brillante promoción de los "war poets", a la que también pertenecieron Robert Graves y Wilfred Owen. Es el primer cronista del absurdo y el horror del frente, abandonando muy pronto el tono triunfalista y romántico de algunos de sus compañeros. No existen para él actos heroicos en la trinchera, sólo el frío, la crueldad y la impotencia.
(Información parcialmente extraída del magnífico blog de Patricio Pron)

SUICIDE IN THE TRENCHES

I knew a simple soldier boy
Who grinned at life in empty joy,
Slept soundly through the lonesome dark,
And whistled early with the lark.

In winter trenches, cowed and glum,
With crumps and lice and lack of rum,
He put a bullet through his brain.
No one spoke of him again.

You smug-faced crowds with kindling eye
Who cheer when soldier lads march by,
Sneak home and pray you'll never know
The hell where youth and laughter go.

SUICIDIO EN LAS TRINCHERAS

Conocí a un soldado raso
que sonreía a la vida con alegría hueca,
dormía profundamente en la oscuridad solitaria
y silbaba temprano con la alondra.
En trincheras invernales, intimidado y triste,
con bombas y piojos y ron ausente,
se metió una bala en la sien.
Nadie volvió a hablar de él.
Vosotros, masas ceñudas de ojos incendiados
que vitoreáis cuando desfilan los soldados,
id a casa y rezad para no saber jamás
el infIerno al que la juventud y la risa van.

Contraataque (1918) Traducción de Eva Gallud Jurado. Salamanca: El Desvelo 2011

William March. Compañía K

William March 1918
William March, el nombre con el que se conoce en el mundo literario a William Edward Campbell (1893-1954), es un escritor estadounidense distinguido por los críticos como «uno de los genios no reconocidos de nuestro tiempo». Nacido en Mobile (Alabama) en el seno de una familia humilde, no pudo terminar el bachillerato hasta que consiguió pagárselo de su propio bolsillo, lo que posteriormente le permitió estudiar Derecho. En 1917, como tantos otros estadounidenses, William March se alistó voluntariamente en los Marines para combatir en la primera guerra mundial. De aquella experiencia brutal y absurda surgiría Compañía K, que terminó de escribir en 1933: una colección de 113 estampas —tituladas con los nombres y apellidos de cada uno de los soldados que formaban la unidad— en la que nos ofrece una visión de la guerra sumamente realista y humana; un retrato de la estupidez y la violencia a la que se ven obligados los hombres cuando son llevados a los límites de su cordura.
«Este libro tiene la fuerza de una rebelión popular, de una protesta lanzada por gargantas anónimas. Es el único libro que he leído sobre la guerra que ha encontrado una nueva forma de integrar la protesta. Una prosa desnuda, transparente.»  Graham Greene  

Compañía K, de William March, acaba de ser publicado en España por la editorial Libros del silencio en la traducción de Bianca Southwood.


                   

Blaise Cendrars

El autor, retratado por su amigo Modigliani en 1917
Frédéric Louis Sauser, Blaise Cendrars fue su nom de plume, nacido en Suiza en 1887 y muerto en París en 1961, fue poeta, soldado, marinero, director y guionista de cine, apicultor, periodista, buzo, novelista, vagabundo, contrabandista -amigo de aristócratas y gitanos, y de gitanos aristocráticos-, y un sinfín de oficios y aficiones a los que le llevó un espíritu inquieto y una azarosa vida aventurera, como queda bien patente en El hombre fulminado (1945), primer volumen de sus memorias, al que seguirían otros tres. La narración -siempre en un tono entre irónico y fanfarrón-, comienza en el frente de batalla de Roye, donde se encontraba Cendrars combatiendo en la Legión Extranjera para dar un salto después a los ambientes portuarios de Marsella, y acabar sumergiéndose en el corazón de la vida de los gitanos de París, todo ello lleno de constantes referencias a viajes y aventuras increíbles, cuyo espíritu y ritmo narrativo, casi cinematográfico, reflejan perfectamente estas palabras suyas: «Partir. Emprender el viaje. Correr de cara a la muerte por la gran ruta, de París al corazón de la soledad, al otro lado del mundo... siempre adelante...» (Editorial Valdemar)
En el segundo libro de esta tetralogía, La mano cortada (1946), narra su experiencia en la guerra de trincheras entre 1914 y septiembre de 1915, cuando al perder parte de su brazo en una acción de guerra es licenciado. En su evocación de este hecho escribe: “Legión o no Legión, me he comprometido y como muchas veces en mi vida, estaba listo para ir hasta el fondo de mis actos. Pero no sabía que la Legión me haría beber de ese cáliz hasta los excrementos para conquistar mi libertad como hombre. Ser. Ser un hombre y descubrir la soledad” (La mano cortada).
Durante la guerra escribe un desgarrador y amargo poema que titula “Yo he matado”, que describe la trágica situación que se da en una lucha cuerpo a cuerpo con las bayonetas como armas:
Ilustración de F.Léger para J'ai tué
"Mil millones de individuos me dedicaron toda su actividad de un día, su fuerza, su talento, su ciencia, su inteligencia, sus costumbres, sus sentimientos, su corazón. Y he aquí que hoy, tengo el cuchillo en la mano. El Eustache de Bonnot. "¡Viva la humanidad!" Palpo una fría verdad que se suma a una hoja cortante. Tengo razón. Mi joven pasado deportivo tiene que bastar. Aquí estoy con los nervios tensos, los músculos estirados, dispuesto a saltar en la realidad. He desafiado al torpedo, al cañón, a las minas, al fuego, al gas, a las ametralladores, a toda la maquinaria anónima, demoníaca, sistemática, ciega. Voy a desafiar al hombre, mi semejante. Un mono. Ojo por ojo, diente por diente. Ahora será entre nosotros dos. A puñetazos, a cuchilladas. Sin piedad, salto encima de mi antagonista. Le doy un golpe terrible. La cabeza está casi separada. He matado al Boche. He sido más listo y más rápido que él. Más directo. He dado primero. Tengo sentido de la realidad, yo, poeta. He actuado. He matado. Como el que desea vivir."
Blaise Cendrars, J´ai tué, 1918; con ilustraciones de Fernand Léger

Apollinaire


Guillaume APOLLINAIRE,(1880-1918).
En la imagen, el poeta  gravemente herido en 1916 por un obús de la Primera Guerra Mundial. Moriría dos años víctima de la llamada gripe española cuyos estragos se unieron a los causados por la guerra en la población europea.
Apollinaire considera la guerra una fuente de inspiración; un espectáculo que le intimida poco y le deprime menos. Sus composiciones de esta época están reunidos en Caligramas, de 1918.

viernes, 9 de marzo de 2012

Ernst Glaeser: Los que teníamos doce años
Una obra publicada en 1929 que trata el "retrofrente", el ambiente que se vivió en una pequeña ciudad alemana en los momentos previos y al estallar la guerra.

John dos Passos: Tres soldados
La experiencia de Dos Passos, escritor norteamericano, como conductor de ambulancias en la I Guerra Mundial, le sirvió para escribir esta novela fuertemente antimilitarista.

lunes, 5 de marzo de 2012

Un hijo en el frente, Edith Wharton (Tusquets ed.; Barcelona 1998
La autora.- Edith Wharton nació en Nueva York en 1862 en una familia de clase alta, por lo que recibió una esmerada educación, viajando desde muy niña a Europa. Su primera novela, El valle de la decisión, se publicó en 1902 y de 1903 es Santuario; en 1905 apareció su primera gran novela, La casa de la alegría.
En 1907 se estableció definitivamente en Francia, donde se convirtió en discípula y amiga de Henry James; y, a partir de 1910, fijó su lugar de residencia en París, en el 53 de la rue de Varennes, en el Distrito VII, un barrio tranquilo y lujoso. Su obra más conocida es La edad de la inocencia, de 1920, por la que obtendría en 1921 el Premio Pulitzer. En 1923 publicó una novela también relacionada con la Gran Guerra, Un hijo en el frente.
Falleció en 1937, cerca de París.

La obra.- En el verano de 1914, ajeno a la guerra que se fragua en Europa, el célebre pintor estadounidense John Campton, divorciado de la ambiciosa Julia, aguarda ansioso en París la llegada de su único hijo, George, para realizar juntos un viaje. John espera de este modo acercarse a su hijo, quien vive en Estados Unidos con Julia y su actual marido, un rico banquero. Pero dos inesperadas circunstancias truncarán no sólo el tan deseado viaje, sino también la vida de todos ellos : George, que había nacido casualmente en Francia, llega a París en el momento en que reclutan a los jóvenes de su generación para luchar en la primera guerra mundial. Ante el horror de sus padres, que remueven cielo y tierra tratando de evitar su alistamiento, George decide ir al frente. Los unos en la retaguardia, el otro en primera línea de fuego, vivirán en carne propia los atroces efectos de la guerra, que suelen causar insospechadas heridas a veces mucho más hondas y duraderas que las ya bien conocidas.


Ashenden o el agente secreto,
por W. Somerset Maugham
(Ed. DEBOLSILLO; Barcelona, 2010)


Ashenden o el agente secreto: Esta obra de Somerset Maugham, basada en su propia experiencia como agente secreto del espionaje británico, fue publicada en 1928 y está compuesta por una serie de relatos, algunos encadenados entre sí, en tanto que otros pueden leerse independientemente. Refleja las miserias y también la rudeza del oficio, como en el cuento El griego, en el que se asesina a una persona por error, pero también la vulgaridad de la vida de algunos agentes, que viven de inventar informes para obtener un pequeño beneficio, como en Gustav, un espía que vive una tranquila vida hogareña, inventando informes… Quizás el mejor relato es El traidor, la historia de Grantley Caypor.

jueves, 1 de marzo de 2012

El miedo. Federico de Reoberto


Federico De Roberto nació en Nápoles en 1861 en una familia noble. Obtuvo el título de contable en un instituto técnico, pero su pasión por el latín y la cultura clásica le llevó a dedicarse a su estudio. Fue crítico y periodista, publicando en revistas de Catania y Roma. En una época de su vida, vivió en Milán, formando parte de un grupo de intelectuales y publicando narraciones en el Corriere della Sera.
Escribió obras veristas sobre la desintegración de la nobleza y los intentos de la burguesía de ocupar su lugar; también escribió narrativa intimista de análisis psicológico, tema que le interesó notablemente. En general, su estilo es naturalista y realista, pero sus colecciones de relatos dan cuenta de una profunda búsqueda formal; son: La sorte (1887), Documenti umani (1888) y Processi verbali (1890). Su obra cumbre, Los Virreyes (1894), forma parte de una trilogía compuesta además por L’Illusione (1891) y L’Imperio (1929). Volvió a Catania donde trabajó de bibliotecario hasta el fin de sus días, ya que sus obras no fueron reconocidas en su época. Murió en Catania en 1927.

La obra.- El miedo narra la agonía de un batallón italiano cuyos soldados, ocultos en las trincheras, tienen que salir a campo abierto para recuperar una posición perdida, sabiendo que la muerte les espera a poco de abandonar el hoyo donde se encuentran, dado que un francotirador los abate tan pronto como ponen un pie en tierra de nadie.
Publicada en 1921, se trata de un breve relato, una “micronovela” (apenas cincuenta páginas), que, con un ritmo ágil y un aumento progresivo de la tensión, camina inexorablemente hacia un clímax brutal y sobrecogedor. De Roberto nos describe de forma magistral un episodio que seguro se dio con frecuencia en los distintos frentes de la I Guerra Mundial; el paso del tedio insoportable de las trincheras a la tensión de la espera de un ataque o una muerte que se sabe cercana; una corta obra de teatro en un acto sobre el espanto de dejarse matar o la obligación de matar.

Saki

Hector Hugh Munro (Saki) nació en 1870 en Akyab (Sittwe, Birmania), hijo de un inspector general de la policía imperial de Birmania (en aquella época, parte de la India británica) y nieto, por ate de madre, de un contraalmirante de la Marina británica. Estudió en Inglaterra y en 1893, Hector consiguió un puesto en la policía militar de Birmania; pero su salud no soportaba el clima tropical y regresó a Inglaterra y comenzó a ganarse la vida como escritor, publicando s primer cuento en 1899, así como obras históricas. Desde 1902 inició una carrera periodística en un diario conservador, como corresponsal en los Balcanes, Varsovia y San Petersburgo. A partir de 1908, a la muerte de su padre, retornó a Londres y se centró en su carrera como escritor. Es autor de varios libros de cuentos (Reginald, Reginald en Rusia, Las crónicas de Clovis, Animales y Superanimales) y dos novelas: The Unbearable Bassington (1912) y When William came (1914).
En 1914, al estallar la Primera Guerra Mundial, Hector, que contaba cuarenta y tres años, y su hermano Charles un año mayor, se presentaron como voluntarios, a pesar de que, por su edad, estaban exentos de servir en el ejército; Hector se alistó como soldado raso, aunque podía haberlo hecho como oficial. En 1915 fue enviado a Francia, donde murió un año después, en un amanecer de noviembre de 1916, a causa de un disparo de un francotirador, en la batalla de Ancre. Después de su muerte se publicaron otros dos libros de cuentos: Los juguetes de la paz y El huevo cuadrado.
Los biógrafos de Saki nos dicen que era conservador, dado al antisemitismo y la misoginia, y homosexual. Además parece que era un gran admirador del poeta persa del siglo XII Omar Jayyam, del que pudo haber tomado la palabra “saki” (en persa, “copero”, que aparece en uno de sus versos) como su pseudónimo. Pero esto no está del todo claro… Lo mismo que su personalidad: si sus cuentos más conocidos muestran una estética decadente y esteticista (una sensibilidad al estilo “Oscar Wilde”), parece haber pretendido transformarla hacia el final de su vida en una ideología hipermasculina y militarista. (Seguimos aquí las indicaciones del prologuista de la edición de sus Cuentos completos, Juan G. López Guix)

miércoles, 29 de febrero de 2012

SIN NOVEDAD EN EL FRENTE (1930)



Parece que los nuevos estrenos cinematográficos rinden su homenaje a los pioneros del cine en The artist, o en La invención de Hugo, de Martin Scorsese. Desde aquí recomendamos la versión que Lewis Milestone hizo en 1930 del clásico de Remarque, Sin novedad en el frente, el mejor filme realizado hasta hoy, sí, sobre la Primera Guerra Mundial, película que recibió dos Oscar, a la mejor película y a la mejor dirección.
Se trata de una joya del cine. En el diseño de producción se utilizó a veteranos de la Primera Guerra Mundial alemanes como asesores y el realismo en la recreación de las trincheras obligó a intervenir a las autoridades sanitarias. 
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lunes, 27 de febrero de 2012

Chicas de guerra


En 1917 la directora del instituto femenino Bournemouth, en Gran Bretaña se dirigió a una asamblea de 6º curso:
 “Voy a deciros algo terrible. Solo una de cada diez de vosotras se casará y no es una predicción mía. Es un dato estadístico. Casi todos los hombres que se podían haber casado con vosotras están muertos. Debéis abriros paso en este mundo lo mejor que podáis. La guerra ha dejado más huecos para las mujeres que antes, pero tendréis que luchar, tendréis que esforzaros”.
            Esta oscura premonición se convirtió en realidad para muchas mujeres durante la Gran Guerra. En los años 20 no era raro encontrarse en Gran Bretaña anuncios tan sorprendentes como estos:
          
  “Mujer, novio muerto, se ofrece para matrimonio con oficial ciego o totalmente mutilado en  la guerra”.

             Pero para muchas mujeres se abre ahora un camino que para muchas será un camino sin retorno, sustituir a los hombres en fábricas y empresas y desempeñar oficios hasta ahora reservados a ellos.

                   Está la chica revisora que te pide el billete de tren
            Y la que te lleva de un piso a otro en el ascensor
            Está la chica que reparte la leche cuando llueve,
            Y la que te hace los recados en tu casa,
Fuertes, sensatas y con vigor,
Están ahí fuera para demostrar su valor,
Hacen trabajos  con maña y sus fuerzas no flaquean,
Ni enjauladas ni encerradas,
Ahora van a dar la talla
Hasta que los chicos de uniforme vuelvan
                                   …
                                   Chicas de guerra (1916), de Jessie Pope

            Extractos del extraordinario libro de Virginia Nicholson: Ellas Solas. Un mundo sin hombres tras la Gran Guerra, editado por Turner, Madrid 2008

jueves, 23 de febrero de 2012


Ernst Jünger (1895-1998): Escritor alemán. Participó como voluntario en la Primera Guerra Mundial. Fruto de esta experiencia, fue la publicación —con tan sólo 25 años— de sus recuerdos de la guerra en el libro Tempestades de acero, una alabanza a la guerra en cuanto experiencia interior. Su pensamiento político está impregnado de nacionalismo y elitismo, aunque no de racismo y cuando los nazis llegaron al poder, Jünger se negó a formar parte de ese movimiento, manteniendo su independencia. Obras: Acercamientos, La emboscadura, Sobre los acantilados de mármol, Radiaciones (Vol. 1 Diarios de la Segunda Guerra Mundial), Radiaciones (Vol. 2 Diarios de la Segunda Guerra Mundial), Pasados los setenta I (Radiaciones Vol. 3).

Opinión de Tania Rodríguez (1º Bachillerato) sobre Sin novedad en el frente


OPINIÓN DE AITOR RIERA QUINTANA (1º Bachillerato Humanidades)
Personalmente, opino que este libro refleja muy bien el horror de la guerra y el punto de vista del soldado, del soldado como el chico de 17-20 años que han arrancado de su pupitre, para endosarle una guerrera y un fusil entre las manos. A mi parecer es un libro que está muy bien escrito, dado que hay ocasiones en las que puedes sentir lo que el narrador cuenta como si a tí mismo te estuviera ocurriendo lo mismo. Y para finalizar, me ha gustado la obra, no es como los otros libros que nos mandan en Lengua y Literatura.


El libro me ha gustado, porque relata la realidad fielmente, es como una fotografía de la guerra hasta el punto de lograr trasladar al lector hasta allí. Sin engaños ni manipulaciones aunque pone énfasis en convencer de que la guerra no tiene ningún aspecto positivo, que solo genera miseria y dolor.
Debido a este marcado realismo que posee a veces llega a resultar realmente sórdido o desolador. Aunque me resulta bastante triste. Y aunque la muerte del protagonista no es lo relevante en el mensaje que el autor trata de enviarnos con el libro sí que eche de menos un final en el que sea capaz de superar la guerra tanto física como psicológicamente aunque eso ya no se habría correspondido con el realismo que acompaña a toda la obra.